Desnutrición en personas mayores ¿qué debemos hacer? Lo ideal es contratar los servicios de un profesional para elaborar una dieta personalizada.
La desnutrición en personas mayores puede dar la sensación de no ser un problema en una sociedad, donde se tiene acceso a toda clase de alimentos sin que existan restricciones.
Sin embargo, la realidad es bastante diferente, y aunque la escasez en la disponibilidad de alimentos no sea la causa, y sí la falta de una dieta correcta, la desnutrición está presente en muchos grupos de personas de edad más avanzada.
Una aproximación a este problema nos muestra que no existe una única razón para ello.
En algunos casos, el motivo de la desnutrición es la falta de recursos económicos, ya que muchas personas mayores cuentan con una exigua pensión que no les permite hacer el necesario gasto en alimentación, pero en bastantes otros no tiene nada que ver con este factor.
El estado de salud influye de forma significativa cuando hablamos de desnutrición en personas mayores.
Sin ir más lejos, quienes han padecido algún accidente cerebrovascular, como un ictus, tienen problemas para recordar, lo que hace que a veces olviden que deben comer o no recuerden qué alimentos han consumido, y en consecuencia, no puedan llevar una alimentación equilibrada.
Esto es aún mucho más acusado cuando se sufren enfermedades como la demencia o el Alzheimer, ya que el estado mental de la persona está frecuentemente alterado.
En otros casos son otros condicionantes, como puede ser la disfagia o dificultad para tragar los que determinan esta mala nutrición.
Al margen de todo esto, también hay quienes sufren de malnutrición simplemente porque su dieta no es lo suficientemente variada, bien por falta de conocimientos nutricionales o porque sus preferencias se limitan a unos pocos alimentos que consumen de manera continuada.
Desnutrición en personas mayores: soluciones.
Cuando se trata de abordar el problema de la desnutrición en personas mayores para encontrar una solución es necesario fijarse en primer lugar en cual es el origen.
La cuestión económica es probablemente la más difícil de abordar, dado que estas personas ya no suelen estar en disposición de obtener ingresos extras con los que poder mejorar su calidad de vida.
Pero en muchos otros casos, en los que el origen de la desnutrición es debido a algún tema de salud o a la falta de cuidados por parte de los familiares, sí que pueden implementarse estrategias que ayuden a solventar el problema.
Las residencias y centros de mayores suelen contar siempre con un nutricionista que se encarga de elaborar menús equilibrados que cubran las necesidades de este colectivo, pero si la persona afectada no dispone de este servicio por hacer vida independiente, es conveniente contactar con algún profesional del ramo para que se encargue de diseñar la dieta idónea en cada caso.
Los hijos o las personas a cargo serán entonces los responsables de hacer que esas directrices se cumplan, tratando de hacer ver al adulto mayor la importancia de comer correctamente para que su estado de salud no se deteriore.